Cuaresma – 1 de Marzo
No se le puede dar la más mínima oportunidad a Satanás, ni siquiera una mirada ni una palabrita escuchada.
Iglesia cristiana fundada en Cúcuta (Colombia) por el misionero Timoteo Anderson y su esposa Lynn.
No se le puede dar la más mínima oportunidad a Satanás, ni siquiera una mirada ni una palabrita escuchada.
Jamás tendré amo tan exigente como Jesucristo. Las voces del mundo, la carne y el diablo son dulces y seductoras. Me susurran suavemente: Aprovecha hijo, disfruta, come, bebe, alégrate.
La virginidad espiritual no sólo no conoce a otro, sino que no desea a otro.
Dios quiere que lo amemos y confiemos en Él, por nuestra propia voluntad.
Jesús es el gran “revertidor”. Hace que el tiempo se recupere. En sus manos lo irreversible se revierte.
Con el gozo santo disfrutamos de una mejor perspectiva en cuanto a nuestras circunstancias.
Si experimentamos sentimientos de humildad ante Dios para luego olvidar que Dios nos ha rescatado, entonces nuestros corazones no han sido quebrantados.
Los “lentes” del mundo y del hombre natural son torcidos, averiados y opacos. Ilumíname, Señor, para que mi mente espiritual pueda ver según el nuevo lente de tu Espíritu Santo.
Debo discernir entre lo posible y lo aconsejable. Cuando Jesucristo comisionó a los discípulos (Marcos 6) les redujo al mínimo: un bastón, una túnica y un par de sandalias.
Ahora comienzo a ver lo que verdaderamente significa la oración: una dedicación tan total a Dios que logro percibir Sus deseos, Su mente y Su voluntad.