La visión de la Cruz – 15 de Abril de 2022

LA ASOMBROSA CRUZ 

Ese triste día, mi Jesús sufría 

en la cruz clavado por nuestro pecado;

¡Cuán felices fuimos desde que creímos

en el Cristo amado que fuera inmolado!

Viernes ¿Santo?  Tal vez los alemanes aciertan mejor al llamar ese día “Viernes Doloroso” (Karfreitag).  La palabra Santo lleva la idea de algo muy bueno… todo lo contrario a lo que fue un viernes ¡supremamente triste! y con esa descripción comienza el canto: “La visión de la cruz”. Sin embargo, el nombre “Viernes Santo” es apropiado, porque el sufrimiento y la muerte de Jesús, tan terribles acontecimientos, marcaron la culminación dramática del plan misericordioso de Dios para salvar a pecadores. 

La muerte de Jesús no fue en vano, porque cumplió una misión específica: restaurar la gloria del diseño original de la creación de Dios al buscar y salvar a los perdidos (Lucas 19:10). Muchas veces, Jesús se refirió a sí mismo como “el Pastor” y a su pueblo como “las ovejas”. La raza humana era como ovejas perdidas que ignoraban al pastor, deambulando en grave peligro. Yo era una de esas ovejas; tú también.

Cuando Jesús contó la historia del pastor que dejó noventa y nueve para ir en pos de la oveja extraviada (Lucas 15:4-7), nos ilustró la importancia que tiene salvar a una oveja perdida. Significas tanto para él, que dejaría en el redil a toda la manada para encontrarte, como un individuo amado.

Jesús dedicó su tiempo en esta tierra atrayendo a sí mismo ovejas perdidas, y culminando tres años, en su muerte redentora. Él se sacrificó por ti. El mismo Hijo de Dios considera que eres tan precioso, que vales el costo de su propia vida.

Precisamente es el evangelio: ¡buenas noticias!  Tal vez habrás tenido dudas sobre si mereces el amor de Dios.  Nos preguntamos ¿cómo es posible que Dios nos ame cuando nos hemos equivocado tantas veces. Su Hijo encarnado vino a morir para restaurarnos, y nos amó incluso en nuestro estado quebrantado. Leemos en Romanos 5:8; Jesús murió por nosotros cuando aún éramos pecadores. 

Cristo, la persona más perfecta que haya habitado en la tierra, tomó nuestro lugar cuando murió en la cruz. No merecía la muerte, pero nosotros sí. Él tomó nuestro lugar, se convirtió en nuestro substituto para perdonar todos nuestros pecados.

Cumplir todas las normas justas de Dios es imposible, aunque se procure hacerlo con buenas intenciones humanas. Ninguna cantidad de buenas acciones puede deshacer las malas. Cuando pecamos, nos hacemos daño a nosotros mismos y a los demás y, lo que es más serio, rechazamos la autoridad de Dios, alejando nuestra relación.

El Viernes Santo es un día único porque significa el comienzo de la semana más trascendental en la historia del mundo. Desde que Jesús murió y resucitó, los cristianos han proclamado la cruz y la resurrección de Jesús como decisivas para toda la creación. Pablo consideró “de primera y sublime importancia” que Jesús murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día, todo conforme a lo que Dios había prometido a lo largo de las Escrituras (1 Corintios 15:3).

La Visión de la Cruz

#206 (CSG)

Ese triste día, mi Jesús sufría en la cruz clavado por nuestro pecado; 

// Tiernamente dijo a Juan y a la madre: 

“He aquí tu hijo, he aquí tu madre”. // 

Cuando le clavaban y le denostaban, imploró clemencia, perdón y paciencia 

// En favor de aquellos que en tinieblas yacen, 

“Pues ignoran ellos”, dijo, “lo que hacen”. // 

En su angustia, llama; “¡Sed yo tengo!” exclama. 

¿Y sabéis qué hicieron? vinagre le dieron. 

// A aquel penitente que buscarle quiso, 

Le ofreció la fuente de su paraíso. // 

Con solemne calma encomienda su alma, 

A su Padre amado que ya le ha dejado 

// Por el vil pecado de un mundo errado, 

Y clama angustiado: “¡Ya es consumado!”// 

¡Cuán felices fuimos desde que creímos 

En el Cristo amado que fuera inmolado! 

// Fue a la tumba fría, y resucitado, un hermoso día fue glorificado. // 

LETRA y MUSICA: Alfredo Colom M., 1954, alt., 

Las siete palabras

#205

  1. “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.                         Lucas 23:34
  1. “Hoy estarás conmigo en el paraíso”.                                                Lucas 23:43
  1. “Mujer, he allí tu hijo… He allí tu madre”.                                        Juan 19:26-27
  1. “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”                     Marcos 15:34
  1. “Tengo sed”.                                                                                       Juan 19:28
  1. “Consumado es”.                                                                                Juan 19:30
  1. “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.                                 Lucas 23:46

El viernes de redención y… ¡Después!

Fue allí, monte cercano, que llamaron Calavera:

porque cráneo se veía,

huecos “ojos”, roca seca.

Sitio malo, doloroso,

El Calvario tan temido

en que Cristo padecía lo que nunca merecía:

risas falsas,

crueles burlas.

Religiosos enemigos

¡al Señor le dan castigo!

Le decían los presentes: -¿Por qué sufres

Milagrero? Baja ya

si eres rey, mas

como eres embustero,

tu destino el sepulcro.

Mientras tanto él oraba a su Padre, ya distante,

que el pecado perdonara:

lo terrible que hacían,

ese odio que sentían

porque, ciegos, no sabían.

Sol ardiente que quemaba, de repente

no dio luz;

por tres horas

las tinieblas

envolvían a Jesús.

Piel sangrante, lacerada, penetraban las espinas:

nuestra culpa él pagaba

con su sangre derramada;

cual Cordero expiraba,

-¡Consumado es-  clamaba!

Un rugido, tierra abría, y con gritos se caían,

ese viernes acabado,

Velo santo fue rasgado.

Ya cumplidas profecías,

solo llanto se oía.

Como el tiempo fue fijado, en la cueva se movió;

se paró…lienzos dejó;

transformado, él salió

Vencedor, el Creador;

¡VIVE HOY EL SALVADOR!

                                                                Lynn Anderson, abril 2022

DESPUNTA EL ALBA

#113 (CSG)

Despunta el alba del nuevo día;

Cantan las aves a su Creador.

Dan alabanza con alegría 

A Jesucristo, nuestro Señor.

Ya nuestro Salvador ha venido;

A este mundo trajo luz.

Es nuestro Redentor prometido. 

¡Gloria al Mesías, Cristo Jesús! 

                                                  LETRA: Sonia Andrea Linares M., 1991