La Asombrosa cruz
Estos días solemnes, al recordar la muerte de Jesucristo por nosotros, es importante pensar en toda su historia terrenal. Nuestro Señor dejó la gloria celestial para encarnarse en la virgen María como bebé. Como adulto, ministró por tres años, hasta voluntariamente morir como el Cordero de Dios.
La hija de un pastor escribió este himno para un culto navideño, pero, el relato de la encarnación del Mesías siempre se completa con su muerte como Redentor, y la gloriosa verdad de su resurrección. Al escribir estas líneas Emily Steele Elliot tenía 33 años, la edad de Jesús cuando murió.
No sabemos si Emily escribió más himnos, pero el número 139 ha sido traducido del inglés a varios idiomas, y es cantado alrededor del mundo. Cantemos las estrofas que se relacionan con este tiempo pascual, recordando que Jesús prometió regresar por los suyos.
Tú dejaste tu trono
#139 (CSG)
- Alabanzas celestes los ángeles dan
en que rinden al Verbo loor;
Mas humilde viniste a la tierra, Señor,
a dar vida al más vil pecador.
- Tú viniste, Señor, con tu gran bendición
para dar libertad y salud;
Mas con odio y desprecio te hicieron morir,
aunque vieron tu amor y virtud.
- Alabanzas sublimes los cielos darán,
cuando vengas glorioso de allí,
y tu voz en las nubes dirá: “Ven a mí,
que hay lugar junto a mí para ti”.
LETRA: Emily Steele Elliot, 1864, es trad.