LA ASOMBROSA CRUZ
¡Cuánto estimo la cruz de Jesús! En sus triunfos mi gloria será.
Y algún día en vez de una cruz, mi corona Jesús me dará.
Cada religión e ideología tiene su símbolo o logo. Por ejemplo:
- El budismo utiliza la flor de loto:
- El judaísmo ha adoptado la estrella de David:
- El símbolo del Islam es la media luna:
- El marxismo está representado por la hoz y el martillo:
- Para el cristianismo, el símbolo es la cruz.
No un pesebre o un banco de carpintero o un bote ni un trono . Todos estos comunican algo importante de la vida terrenal de Jesús: su nacimiento, su oficio, su enseñanza (a menudo desde un barco) y su gobierno. Pero la iglesia escogió como símbolo La Cruz, porque es la razón de su encarnación: llegó a morir, como fue profetizado.
La crucifixión es un método de ejecución tan cruel, que deliberadamente demora la muerte hasta infligir la máxima tortura. Sin embargo, el sufrimiento del Mesías en la cruz fue fundamental en la enseñanza de Jesús y los apóstoles. Por ejemplo.. Jesús comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del hombre padecer mucho, ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, ser muerto y resucitar después de tres días. Esto les decía claramente (Marcos 8:31-32).
El Apóstol Pablo escribió: Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo (Gálatas 6:14). La cruz nos comunica tres verdades. Primero, nuestro pecado es algo extremadamente horrible. Nada revela la gravedad del pecado como la cruz. Lo que envió a Jesús allí no fue simplemente la codicia de Judas, la envidia de los sacerdotes, la cobardía de Pilato. Fue también por nuestra propia codicia, envidia, cobardía y otros pecados, junto con la determinación de Cristo en amor y misericordia de cargar con nuestros pecados. Segundo, el amor de Dios es maravilloso, más allá de la comprensión. Dios hubiera sido justo si nos hubiera dejado morir en nuestros pecados. Es lo que nos merecíamos. Pero en amor nos buscó y su Hijo murió por nosotros. Tercero, la salvación de Cristo es un regalo gratuito que Jesús compró para nosotros con su propia sangre. Murió como nuestro sustituto. Por lo tanto, no nos queda nada por pagar. Las buenas obras, penitencias, ayunos, ritos, jamás quitan nuestra culpa.
En el monte Calvario
#325
- En el monte Calvario se vio una cruz, emblema de afrenta y dolor.
Y yo aprecio esa cruz, do murió mi Jesús por salvar al más vil pecador.
- En la cruz do su sangre Jesús derramó, hermosura contemplo en visión,
Pues en ella el Cordero inmolado murió para darme pureza y perdón.
- Seguiré a Jesús, tomaré hoy mi cruz, los desprecios con él sufriré;
Y algún día feliz, con los santos en luz, para siempre su gloria tendré.
Coro: ¡Cuánto estimo la cruz de Jesús! En sus triunfos mi gloria será.
Y algún día en vez de una cruz, mi corona Jesús me dará.
LETRA: George Bennard, 1913, trad. S.D. Athans,
MÚSICA: se puede cantar con la melodía del #326 (CSG).