Alzad la cruz – 21 de Marzo de 2022

LA ASOMBROSA CRUZ

Muchos cristianos fueron perseguidos sin tregua por el Imperio Romano, y millones fallecieron por su fe.  A comienzos del siglo cuatro, el emperador romano, Diocleciano (284-304) fundió medallas, con las cuales quiso hacerse inmortalizar, jactándose de haber borrado el cristianismo.

En España levantó dos grandes obeliscos que decían:

1.) En honor a Diocleciano Jovian Maximian Herculeu Caeares Augusti por haber extendido el Imperio Romano de Oriente a Occidente y por haber extinguido el nombre de los cristianos que llevaron la República a la ruina.

2.) En honor a Diocleciano (Jovian Maximian Herculeu Caeares Augusti) por haber abolido en todo lugar esa superstición acerca de Cristo y haberla reemplazado con la adoración a los dioses.

No obstante, lejos de haber desaparecido, el cristianismo apenas estaba en su aurora de victoria permanente, en el nombre de Jesucristo.  

Hacia finales del 3er siglo el Imperio Romano se encontraba en total caos. Durante 50 años habían reinado veintiséis emperadores, y sólo uno de ellos había fallecido de muerte natural. Además, las pestes, la miseria y la anarquía presagiaban un rápido fin al Imperio.

Al jubilarse Diocleciano debido a su edad a finales del 308 A.D., en la Conferencia de Carnuntum, cinco de nombre Augusto (Galerio, Severo, Majencio, Maximiano y Constantino) eran rivales para asumir el poder. El que por fin salió triunfante fue Constantino, quien pronto se ocupó en reforzar su autoridad. Consiguió derrotar a Maximiano en la Galia, y en el 312 invadió Italia, donde gobernaba Majencio, su principal rival, para tomar el control del Occidente del Imperio. Las tropas de Majencio y Constantino se enfrentaron el 28 de octubre a las afueras de Roma. 

Según la tradición, el día anterior a la batalla del puente Milvio, Constantino vio en el cielo esta señal: una cruz acompañada de la leyenda in hoc signo vinces (con este signo vencerás). El Emperador había mantenido contactos con el cristianismo, y conocía la creciente influencia que tenía en el Imperio.  Para conmemorar su contundente victoria en la batalla del puente Milvio, hizo construir en el año 315 el famosísimo Arco de Constantino. Atribuyó su victoria sobre Majencio a la protección divina. 

Breve historia del arco romano del Emperador Constantino I El Grande. -  YouTube

Se decretó la libertad de cultos en todo el Imperio y se detuvo la persecución de los cristianos. Constantino facilitó la convocatoria del Primer Concilio de Nicea en 325, que produjo la declaración del Credo de Nicea, en el cual se reconoce la bendita Trinidad de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. 

Se dice que, inspirado en la historia de la conversión al cristianismo de Constantino el Grande, Jorge Kitchin escribió las palabras de su sublime himno “Alzad la cruz”. 

ALZAD LA CRUZ

#204 CSG

Coro:

¡Alzad la cruz de Cristo el Salvador

Y proclamad su nombre en derredor!

  1.  Venid, unidos el pendón llevad,

 El Hijo de Dios es nuestro Capitán.

  1. Es el madero símbolo de paz,

amor, fe, justicia y de libertad.

  1. Todo creyente en el Redentor

ostenta en la frente el sello del perdón.

  1. Por Jesucristo con fervor luchad,

y él la victoria os concederá.

LETRA: George W. Kitchin, 1887, alt. en Hymns Ancient and Modern, 1916.