Cuán dulce el nombre de Jesús – 15 de Marzo de 2022

LA ASOMBROSA CRUZ

Meditemos en el nombre de nuestro Salvador, y cómo la salvación obrada en la cruz por su sangre, además de darnos perdón por nuestro pecado y vida eterna, nos bendice con consuelo, paz, dones, gracia y luz, tal como este himno expresa. Jesucristo es mi amigo que me sostiene en la lucha diaria. Le adoramos ahora, y en la eternidad mejor le alabaremos. 

Cuan dulce el nombre de Jesús

#405 (CSG)

¡Cuán dulce el nombre de Jesús

Es para el hombre fiel!

Consuelo, paz, vigor, salud

Encuentra siempre en él.

A pecho herido fuerzas da,

Y calma al corazón;

Al alma hambrienta es cual maná

Y alivia su aflicción.

Tan dulce nombre es para mí

De dones plenitud,

Raudal que nunca exhausto vi

De gracia y de salud.

Jesús, mi amigo y mi sostén, 

Bendito Salvador,

Mi vida y luz, eterno bien,

Acepta mi loor. 

Es pobre ahora mi cantar,

Cuando en gloria esté

Y allá te pueda contemplar

Mejor te alabaré.

LETRA: John Newton, 1779, trad. Juan B. Cabrera, 1886

El autor de este himno, John Newton, también escribió el #300 (CSG), Sublime Gracia. Solo la gracia divina lo pudo cambiar de un hombre duro y degenerado a un siervo útil de Dios. Cuando pequeño, su madre le había enseñado a leer la Biblia y cantar himnos.

Al fallecer ella de tuberculosis, su hijo quedó a la deriva. Su padre, un capitán de barco, se casó de nuevo, y envió a Juan a estudiar a un internado. Luego, a los 11 años, Juan fue al mar trabajando como camarero, hasta llegar a ser transportador de esclavos del África. Cayó en vicios, desertó del servicio militar, y el Señor lo libró de muchos peligros. Quedó impactado al sobrevivir a una tempestad, y se arrepintió. Convertido en hijo de Dios, luego estudió para ser pastor. Con un amigo, William Wilberforce, lograron que el parliamento inglés aboliera la esclavitud. Cantemos el himno de su testimonio: Sublime Gracia.

Sublime Gracia

# 300

  1. Sublime gracia del Señor,

Que un infeliz salvó; 

Fui ciego mas hoy miro yo,

Perdido y él me halló.

  1. Su gracia me enseñó a temer; 

Mis dudas ahuyentó; 

¡Oh cuán precioso fue a mi ser

Cuando él me transformó!

  1. En los peligros o aflicción 

Que yo he tenido aquí, 

Su gracia siempre me libró

Y me guiará feliz.

  1. Y cuando en Sion por siglos mil

Brillando esté cual sol,

Yo cantaré por siempre allí 

Su amor que me salvó.