Al Rey Adorad – 14 de Marzo de 2022

LA ASOMBROSA CRUZ

Unos amigos de la familia Dobson (Enfoque a la familia) fueron a visitar a la mamá del reconocido autor y fundador de la organización. Ella sufría de pérdida de la memoria, de modo que se les advirtió: -probablemente ella no les reconozca-. Después de saludarle con abrazos empezaron a cantar: 

Al Rey adorad, grandioso Señor,

y con gratitud cantad de su amor.

Anciano de días el gran defensor,

de gloria vestido, le damos loor.

Seguían alabando al Señor, y mientras cantaban la estrofa final del himno #107, los ojos de Myrtle Dobson comenzaron a brillar. Fue aun más sorprendente cuando además de recordar la letra, ¡cantó la voz de mezo, acompañando la melodía que entonaba su hijo! Continuaron con muchos himnos, y ella recordó casi perfectamente cada palabra. El Dr. Dobson lloró ante el sonido familiar de su madre cantando este gran himno de fe, puesto que, con el avance de su Alzheimer se le había ido la memoria y la posibilidad de conversar. 

El grupo dio gracias a Dios, por poder escuchar la música que guardaba en su corazón.  Esta mujer, que alguna vez fue tan activa, y que ya ni siquiera podía mantenerse en pie, cantó la cuarta estrofa: 

Muy frágiles son los hombres aquí,

más por tu bondad confiamos en ti.

Tu misericordia ¡cuan firme! ¡cual fiel! 

Creador, Salvador y Amigo es él.

Al final de su vida, Myrtle Dobson, en su corazón seguía amando al Señor y cantaba acerca de cuándo iría a Su presencia, en espera de recibir un cuerpo y mente transformados en la Segunda Venida del Señor Jesucristo. Se fue a casa para estar con el Padre Celestial. Esta preciosa mujer había terminado bien… había pasado su vida en adoración y ahora ella podía cantar en su misma presencia en exquisita armonía.

Este himno incluye lo que puede ser el resumen de cuatro palabras poderosas sobre el carácter del Dios, Soberano del universo: “hacedor, defensor, redentor y amigo”. ¡Piénsalo! Hacedor: ¡Él nos creó! Defensor: las fuerzas del mal se derriten al sonido de su nombre; Redentor: la muerte de su propio Hijo fue rescate para el pecador; Amigo: una mujer demasiado débil para sentarse sin ayuda tenía un Amigo divino que le aseguraba su presencia eterna. 

Al rey adorad

#107 (CSG)

Al Rey adorad, grandioso Señor, 

y con gratitud cantad de su amor. 

Anciano de Días, el gran Defensor, 

de gloria vestido, le damos loor.

Decid de su amor, su gracia cantad; 

vestido de luz y de majestad. 

Su carro de fuego en las nubes mirad; 

son negras sus huellas en la tempestad.

¿Quién puede tu providencia contar? 

pues tu aire me das para respirar. 

En valles y en montes alumbre tu luz, 

y con gran dulzura me cuida Jesús.

Muy frágiles son los hombres aquí, 

más por tu bondad confiamos en ti. 

¡Tu misericordia cuan firme! ¡cuan fiel! 

Creador, Salvador y Amigo es él.

LETRA: Basada en el Salmo 104, Robert Grant, 1833.