LA ASOMBROSA CRUZ
Yo podré reconocerle; sus heridas allí contemplaré.
Bien podré reconocerle cuando a Cristo en la gloria le veré.
Estas líneas de verdad profunda fueron escritas por la ciega Fanny Crosby. Hacia finales del siglo 19, ella estaba visitando el Instituto Chautauqua, en el oeste del estado de Nueva York. En aquellos días, era un lugar conocido por reuniones de compañerismo cristiano, excelente predicación y el canto de maravillosos himnos. Allí Fanny conoció a John R. Sweney, quien componía hermosas melodías sacras. Después de un día ajetreado, los dos se encontraban descansando en el porche del hotel, cuando John le hizo una pregunta interesante: – hermana Fanny, ¿crees que reconoceremos a nuestros amigos en el Cielo? – Inicialmente dijo que sí. Luego agregó: -John, eso no es lo que realmente quieres saber. Te preguntas ¿cómo una anciana que ha estado ciega toda su vida podría reconocer a una persona, y siquiera a nuestro Señor y Salvador? Bueno, la verdad es que lo he pensado bastante y no creo que sea problema. Cuando llegue al Cielo, voy a mirar alrededor, y cuando vea al Salvador, voy a caminar hacia Él para ver sus manos. Cuando vea las heridas de los clavos en las manos de mi Salvador, entonces sabré que sí he encontrado a mi Jesús. Estoy segura que la primera sonrisa que veré será cuando él me da su bienvenida al cielo. Exclamó John, – ¡ese sería un hermoso himno!.
No puedo escribir en este momento- respondió ella. Me siento rendida.., me voy a dormir-. Pues, al otro día los dos madrugaron, y Fanny se reunió con John para desayunar. Ella le dictó la letra de este gran himno, y Juan con mucho gusto compuso su bella melodía. Es himno favorito de muchos, porque se trata del cielo y la esperanza de cada cristiano de poder ver a nuestro Señor, ¡cara a cara! ¡Qué maravilloso día será!
Yo podré reconocerle
#559 CSG
- Cuando al fin se termine aquí mi vida
terrenal, y el río oscuro tenga que cruzar,
En la otra ribera al Salvador conoceré;
Su sonrisa bienvenida me dará.
- ¡Oh qué gozo será vivir allí con el Señor,
¡Y su rostro y hermosura contemplar!
Con los santos gozosos en perfecta comunión
Le adoraré por la eternidad.
- Por los bellos portales me conducirá Jesús;
No habrá pecado, ni ningún dolor;
Gozaré con los suyos alabanzas entonar,
Mas primero quiero ver a mi Señor.
(coro) Yo podré reconocerle; sus heridas allí contemplaré.
Bien podré reconocerle cuando a Cristo en la gloria le veré.
LETRA: Fanny J. Crosby, 1897, trad. G.P. Simmonds,
MUSICA: John R. Sweney, 1897
Este tesoro fue escrito por una persona que podría haber sentido mucha amargura debido a un error médico. Nació viendo, pero unas gotas echadas en sus ojos infectados por una simple ceguera, la dejaron completamente ciega.
La abuela cristiana se hizo cargo de la bebé, prometiendo ser sus ojos, mientras la madre trabajaba para su sustento. No solo la mecía en una cómoda mecedora, sino aprovechaba el tiempo para leer la Biblia a su nieta.
Así, Fanny aprendió de memoria hasta libros enteros. Esa base de la palabra de Dios se nota en los mas de 9.000 himnos que nos ha dejado, además, siempre oraba antes de dictar la letra a su secretaria. Lo que escribió una invidente ha sido de gran bendición para millones de personas.
