LA ASOMBROSA CRUZ 6
Unos padres de familia con 2 pequeñas hijas, decidieron enseñarles la importancia de entender que Dios con su gran poder y amor, puede y quiere proteger a los que confían en Él. Con ese fin, durante un tiempo devocional diario aprendieron Salmo 46:2, 10-11. Además, cantaron el himno “Castillo Fuerte”, basado en el mismo Salmo. Pronto las niñas habían memorizado los 3 versículos bíblicos y cantaban con sus padres. Un día, la mayor dejó de cantar para preguntar: -¿qué es una fortaleza?- El papá contestó: -Es un lugar donde la gente puede ir para protegerse de sus enemigos, un sitio fuerte y seguro, como un castillo-. Esas verdades de la provisión y protección del Señor han sido fundamentales, muy valiosas para la familia durante la crianza, y ahora que se independizaron las hijas. Han experimentado confrontación con muchas ideas incorrectas y prácticas pecaminosas, una guerra espiritual. Saben que en el mundo de hoy, se desprecia el Evangelio, no obstante que Dios nunca abandona a sus hijos.
Hay una guerra en marcha, pero Dios es nuestro amparo, fortaleza, auxilio y refugio. El Señor de los ejércitos, acompañado de sus incontables ángeles, está con nosotros dice Salmo 46:11.
El himno más conocido y perdurable de la primera reforma protestante, “Castillo fuerte es nuestro Dios”, celebra la total invencibilidad de Dios Todopoderoso y, en particular, la seguridad que brinda a los que se refugian en Él. Fue escrito en el año 1529 por Martín Lutero, quien sufría extrema persecución, especialmente de las autoridades, por su fe en la obra redentora de Jesucristo.
Meditemos en los temas, aún vigentes, del himno, que exalta a Dios, pero a la vez reconoce que Satanás es astuto, un enemigo que nos acosa con furia.
Lutero habló a menudo de cómo el diablo lo despertaba por la noche para acusarlo o tentarlo. Para el Reformador, representaba un peligro mucho más presente que sus adversarios de carne y hueso, sin embargo, nunca escribió sobre la feroz oposición de Satanás sin también enfatizar el poder aún mayor de Dios. Expresó la certeza de la destrucción eterna del diablo y sus huestes rebeldes.
El himno “Castillo Fuerte” debe ser cantado en su totalidad para adorar al Señor a través de su profunda teología y referencias bíblicas. Asegura que lo que pueden hacer los enemigos de la verdad es realmente nada en el contexto eterno, porque todos ellos están pereciendo. En maravilloso contraste, el Señor, y todos los que le pertenecen permanecerán para siempre.
Salmo 46: «por tanto, no temeremos, aunque la tierra se desmorone y los montes se desplomen en el corazón del mar.… el Señor de los ejércitos está con nosotros; el Dios de Jacob es nuestra fortaleza» v.2,11
Cuando joven, Lutero se retiró del estudio de leyes para indagar la verdad religiosa. En las páginas de una Biblia en latín, él descubrió la doctrina de la justificación por la fe. Adquirió una reputación de poseer tanta sabiduría, que se le pidió que fuera profesor en la importante Universidad de Wittenberg en Alemania.
Él vivió en tiempos muy difíciles. Por ejemplo, si en la intimidad de su propia casa los padres leían la Biblia o enseñaban a sus hijos los diez mandamientos, el Padrenuestro o el Credo de los Apóstoles, fue considerado un acto criminal suficientemente grave para llevar a los infractores a la hoguera.
El Reformador escribió y predicó que solo Cristo proporciona la redención y la salvación, y por eso fue llevado a juicio ante el Emperador, clérigos y poderosas autoridades, quedando condenado. Dios usó a un duque para esconderlo, y como Lutero estaba tan convencido de que es necesario el conocimiento de las Escrituras, las hizo accesibles vertiendo los idiomas originales a alemán. Decía, y más tarde practicaba, que el canto congregacional debe ser una parte del culto y la instrucción del pueblo. Compuso himnos sagrados para que «la Palabra de Dios habite entre el pueblo también por medio del canto». Exclamó que “la música es un don y una gracia de Dios, que resiste al diablo y hace que la gente se alegre».
Sus escritos fueron traducidos por toda Europa, y abrieron gran luz en tinieblas de superstición e ignorancia.
Lutero, por gracia y misericordia del Señor, sobrevivió años de persecución severa. No temía morir, y dijo: -Sólo tengo un cuerpo frágil que perder. Si, en obediencia a Dios, pierdo mi existencia terrenal ¿Qué es la pérdida de unas pocas horas de vida? Me basta seguir al Redentor y Abogado, mi Señor Jesucristo, cuya alabanza cantaré.
“Castillo fuerte es nuestro Dios” se convirtió en el grito de batalla de los reformadores, mientras soportaban el sufrimiento por su creencia radical en una fe personal y bíblica, solo en Jesucristo. El himno ha sido traducido a muchos idiomas y sigue siendo una fuente de fortaleza y aliento para los creyentes de todo el mundo. Dios bendijo, y aún usa el ministerio amplio de Martín Lutero.
Castillo Fuerte
#45 (CSG)
- Castillo fuerte es nuestro Dios, defensa y buen escudo;
Con su poder nos librará en este trance agudo.
Con furia y con afán acósanos Satán;
por armas deja ver astucia y gran poder; cual Él no hay en la tierra.
- Nuestro valor es nada aquí, con él todo es perdido;
Mas por nosotros pugnará de Dios el Escogido.
Es nuestro Rey Jesús, el que venció en la cruz,
Señor y Salvador, y siendo él solo Dios,
Él triunfa en la batalla.
- Aunque estén demonios mil prontos a devorarnos,
No temeremos, porque Dios sabrá como ampararnos.
Que muestre su vigor Satán, y su furor;
dañarnos no podrá; pues condenado es ya
por la Palabra Santa.
- Esa palabra del Señor, que el mundo no apetece,
Por el Espíritu de Dios muy firme permanece.
Nos pueden despojar de bienes y hogar,
el cuerpo destruir, más siempre ha de existir
de Dios el Reino eterno.