Cuaresma – 1 de Abril

Porción tomada del devocional «Celebrando a diario con el Rey» de W. Glyn Evans (c) 1996 Libros Alianza (Libros Cali)

abril

Cuando pedimos más de la cuenta

Debo cuidarme cuando oro al Señor a fin de no sobrepasarme en lo que le pido.  La madre de Jacobo y Juan le pidió a Jesús que sus hijos se sentaran en los dos puestos más importantes de su Reino: a su mano derecha e izquierda (Mt. 20:20-21).  La respuesta de Jesús fue severa, “¡No sabéis lo que pedís!” (v.22).  Salomé había sobrepasado los límites, ¡había pedido demasiado!

Sobrepasarse significa pedir más de lo que el Señor me ha prometido.  Jesús le había prometido a cada uno de sus discípulos un trono (Mt. 19:28), pero Jacobo y Juan no lo sentían suficiente.  Ellos querían los dos tronos a cada lado de Jesús.  Esto fue demasiado y Jesús debió reprenderles.  

Sobrepasamos los límites cuando, en oración, le hacemos caso a la voz sutil del “yo”, la cual sabe espiritualizar lo que sea con el fin de poder conseguir lo que apetece.  Es cuando el ego ansía tener algo que infla su importancia bajo la apariencia del servicio a Dios.  Dios ha prometido, “Supliré todas tus necesidades”, así que le imploramos, “Por favor me permite tal o cual pequeña comodidad”.  Dios ha dicho que nos usará para ser de bendición, pero nosotros insistimos en hacernos también famosos y conocidos por todos.

O sea que la persona que se pasa de límites quiere explotar a Dios según sus caprichos.  Es como el pordiosero que pide más cuando ve las muchas monedas en la mano de su benefactor.  Es como Lot quien no se satisfizo con ser rescatado de Sodoma, sino que quiso escoger su lugar de refugio también (Gen. 19:20).  

Jesús tiene sólo una palabra para aquellos que quieren explotar o aprovecharse de la oración: “No sabéis lo que pedís”.  Y eso es la verdad.  Porque si nos pasamos de límites estaremos abriendo una “caja de Pandora” llena de cosas más allá de nuestro alcance y de nuestro bien.  Me va mucho mejor cuando me conformo con lo que Jesús ha prometido, ¡y ni un granito más!

“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo”

Filipenses 4:11

Himno: “Cantad alegres al Señor«

  1. Cantad alegres al Señor,
    Mortales todos por doquier,
    Servidle siempre con fervor,
    Obedecedle con placer.
  2. Con gratitud canción alzad
    Al Hacedor que el ser nos dio;
    Al Dios excelso adorad,
    Que como Padre nos amó.
  3. Reconoced que es Dios y Rey,
    Nuestro potente Creador;
    Ovejas somos de su grey,
    Y pueblo suyo por su amor.
  4. Con alabanza y gozo entrad
    A la presencia del Señor;
    Al Soberano aclamad,
    Y bendecidle con fervor.
    Amén.
    Celebremos su Gloria # 5
    LETRA: Basada en el Salmo 100, estr. # 1 y 2 Tomás González C., 1819, # 3 y 4 Comité de Celebremos, 1991.