Porción tomada del devocional «Celebrando a diario con el Rey» de W. Glyn Evans (c) 1996 Libros Alianza (Libros Cali)
27 de marzo
Lo que le agrada y le desagrada a Dios
Si quiero dar fruto como discípulo del Señor debo respetar lo que le agrada, así como evitar lo que no le agrada. La Biblia está repleta de enseñanzas sobre lo que le agrada, y lo que le desagrada al Señor. Si pienso evitar lo que le desagrada es menester que respete las barreras divinas.
Es lo que hago en mis relaciones humanas, como en el matrimonio, las amistades y la obra de Dios. La diferencia consiste en que los obstáculos en las relaciones humanas, en su mayoría se refieren a “caprichos” y antojos personales; mientras que en las relaciones con Dios, se involucran exigencias sobre lo que es puro y honesto.
A Dios le desagradan muchas cosas: los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies que se apresuran a correr al mal, los problemáticos (Prov. 6:17-19). En especial le desagrada un sacrificio insincero y vacío (Is. 1:14). Aun si presento ese sacrificio con todas las de la ley pero sin el afecto de corazón, desagradará a Dios.
El problema consiste en que es posible ignorar por completo cuándo estoy ofrendando sin amor. Las equivocaciones de mente son más obvias que las de corazón. Por ejemplo, no es fácil enseñar una doctrina equivocada por mucho tiempo sin que alguien lo advierta, pero ¿quién puede conocer el corazón?
Así también mis ofrendas de alabanza, oración, bienes y servicio deben ser examinadas a menudo, porque es demasiado fácil presentarlas en forma correcta, pero con el corazón vacío. ¿Será que repito las palabras: Te amo Señor, pero agachándome por la vergüenza de saber que tú conoces la hipocresía que hay en mi corazón? Señor, en verdad deseo siempre agradarte con los “sacrificios de justicia” (Sal. 51:19) que son sacrificios agradables a ti.
“No os olvidéis de hacer el bien y de compartir lo que tenéis, porque tales sacrificios agradan a Dios”
Hebreos 13:16
Himno: “De boca y corazón”
- De boca y corazón load al Dios del cielo;
Pues dionos bendición, salud, paz y consuelo.
Tan sólo a su bondad debemos nuestro ser;
Su santa voluntad nos guía por doquier. - Oh, Padre celestial, ven, danos este día
Un corazón filial y lleno de alegría.
Consérvenos la paz tu brazo protector;
Deseamos ver tu faz en comunión, Señor. - Dios Padre, Creador, con gozo te adoramos.
Dios Hijo, Redentor, tu salvación cantamos.
Dios Santificador, te honramos en verdad.
Te ensalza nuestra voz, bendita Trinidad.
Celebremos su Gloria # 69
LETRA: Martin Rinkart, 1636, trad. Federico Fliedner