Porción tomada del devocional «Celebrando a diario con el Rey» de W. Glyn Evans (c) 1996 Libros Alianza (Libros Cali)
25 de marzo
El poder sutil del pecado
Es un hecho que en cuanto camino más cerca de Dios, el pecado se convierte en algo más sutil. El hombre natural no odia al pecado porque es pecado, sino por los líos que resultan del pecado. En cambio el discípulo pronto descubre que el pecado encierra un gran poder para desbaratar y arruinar. No solamente nos frustra en el presente, sino que echa a perder lo que se logró en el pasado.
El pueblo de Israel hizo un becerro de oro y dijo: ¡Israel, éste es tu dios que te sacó de la tierra de Egipto! (Ex. 32:4). Contradijeron todo lo que acababan de decir: En tu misericordia guías a este pueblo que has redimido (Ex. 15:13).
El pecado es la gran contradicción. Siempre procura desmentir las manifestaciones de la verdad y del poder divino. Es más, destruye en el presente todos los beneficios recibidos del pasado. La fuerza y el poder del himno de Moisés fueron opacados por el becerro.
Dios contestó mi oración de ayer y hoy todavía disfrutaba de aquella bendición hasta el instante en que yo fundí mi “becerro de oro”. Las bendiciones de ayer se desvanecen con la idolatría de hoy.
Lo sutil del pecado es lo que cierra mi “cuenta de ahorros” espiritual. El pecado no sólo me derrota, sino que quita mi armadura.
¿Qué defensa puedo yo tener en contra de algo tan nefasto? Solamente hay esperanza si las bases de mi vida están cimentadas sobre una fuerte relación con Dios. Es lo único que el pecado no alcanza a cambiar, ni remover ni hacer desvanecer. Dios ha confirmado mi salvación no en base a mi experiencia sino con base en lo que su Hijo experimentó en la cruz por culpa mía. El pecado puede borrar todo el crecimiento de un día o un año, pero no puede afectar lo que hace posible aquel crecimiento: la vitalidad que resulta de una estrecha relación con Dios.
Gracias, Señor, por que me estás ayudando para huir del pecado al estar en mayor y mejor comunión contigo.
“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”
Romanos 8:2
Himno: “Dios muestra su amor”
// Mas Dios muestra su amor
para con nosotros
En que siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros. //
Celebremos su Gloria # 291
LETRA: Basada en Romanos 5: 8
