La oración conversacional es una maravillosa forma de orar en familia porque todos, desde niños hasta ancianos, pueden dirigirse a Dios con frases cortas. A continuación, se explica cómo se hace. Solamente los bebés y niños muy pequeños no estarían en capacidad de participar, por lo tanto, si son parte de la familia, la oración se hace cuando duermen en otro cuarto.
Condiciones: Celulares guardados lejos en una caja, televisores, radios y computadores apagados; la familia sentada en círculo en un momento en el que nadie tiene sueño; Biblias en mano para orar versículos de La Palabra de Dios en el momento apropiado; papel y lápiz para anotar peticiones de oración y versículos que se podrían memorizar; diez minutos hasta una hora libre de ruidos del vecindario.
Procedimiento: La cabeza del hogar cita a la familia de antemano, da instrucciones, empieza la oración dirigiéndose al Padre Celestial, termina el tiempo de oración diciendo: -en el nombre de nuestro Señor Jesucristo- y todos dicen – «Amén».
Instrucciones: Al principio, el silencio se usa para un corto tiempo de arrepentimiento personal. Si más tarde, ocurre un momento de silencio, cada uno lo usa para reflexión, escuchando a Dios en su corazón. La cabeza del hogar, en pocas palabras reconoce que Dios nos perdona por los méritos de la sangre derramada por nuestro Salvador en la cruz.
Voluntariamente, miembros de la familia dan gracias a Dios por Quién es, por lo que hace por nosotros y porque está presente, usando frases concisas. Ninguna oración es larga y como ya se dirigió al Señor, no hay necesidad de repetir su nombre (se evita totalmente usar sus nombres sagrados livianamente, como si fueran una puntuación).
La oración no se hace por orden de dónde esté sentado, sino espontáneamente alguien ora una frase. Si es posible, otros continúan la conversación con Dios, siguiendo el mismo tema con otro enfoque.
Guiados por Dios, se mencionan diferentes peticiones (de la familia, la ciudad, el país, el mundo, los enfermos, los deudos, los necesitados, los misioneros y pastores y demás temas, pidiendo un pronto cese del contagio por el virus COVID-19), y otros miembros de la familia respaldan cada tema en oración.
La reunión se puede terminar aprendiendo un versículo o porción de La Biblia, por ejemplo: “la paz de Dios gobierne en vuestros corazones” (Colosenses 3:15ª); “gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento (1Timoteo 6:6).
Si ha habido roces personales en la familia, los involucrados deben buscar un tiempo a solas para perdonarse y orar.
Muy buena explicación, es primera vez que leo sobre este tema me gustaría aprender más sobre ello para hacerlo con mi familia.