Cada familia tiene sus dificultades y retos durante esta cuarentena y Dios nos orienta en Su Palabra acerca de la convivencia, según su diseño. Entre las reflexiones propias de Semana Santa, es importante analizar nuestras relaciones como familia.
¿Cómo está el ambiente en casa?
Como primera respuesta, los niños que saben escribir podrían contestar la pregunta en una carta a sus padres con dibujos que representan la familia. Los padres pueden orar antes de hablar, para tener humildad y sabiduría. Las parejas pueden escribirse manifestando con sinceridad sus emociones.
Jesús recibió a los niños con mucho amor (Marcos 9:36; 10:13-16). Hay que recordar esto cuando los niños lloran y es necesario un cuidado constante en medio de las demás situaciones en el hogar ahora que estamos juntos y sin poder salir. Respecto a esto, el presidente Duque ha dicho que para muchos niños el sitio menos seguro es el hogar. En ese sentido, el ICBF ofrece pautas para convivir en casa y recomienda el uso responsable de dispositivos móviles. Nosotros, como cristianos sabemos que, aunque la Biblia no habla de celulares ni computadores, contiene principios aplicables a toda situación de convivencia, para poder vivir con tranquilidad y amor.
Por otra parte, algunos hogares son de ancianos, sin presencia de niños. Igualmente es importante analizar el diario vivir y orar, sobre todo cuando se siente soledad y dolencias físicas. Algunos de los muchos versículos que debemos tener en mente son: Los Proverbios; Efesios 4:17-18, 23-26, 29-32;5:13-17, 21-28; 6:1-3; Filipenses 2:14-15, 4:4-8, 11-13; Santiago 1:1-8, 12, 19-26; 3:13-18; 4:6-8; 5:8-9; 1Pedro 3:1-11, 5:6-11.
La cabeza del hogar podría encontrar más referencias bíblicas, pues abundan; sin embargo, no se trata de un estudio teórico, sino práctico.
¿Qué nos dice la Biblia acerca de estos problemas que afectan el hogar: ira, pereza, desobediencia, machismo, egoísmo, peleas, quejas, descontento, falta de respeto, palabras hirientes, favoritismo, falta de amor, engaño y mentiras?
El Señor nos lleva al arrepentimiento, al perdón y al cambio de patrones negativos de conducta. ¡Sería maravilloso si este Sábado Santo nuestra familia pudiera experimentar nueva paz! Vamos a necesitar el poder de Dios para demostrar amor y paciencia, para soportar, inclusive para aprovechar este tiempo de confinamiento.
Deberíamos prestar atención a los siguientes interrogantes: ¿Cómo se puede organizar el tiempo y los espacios si hay estudio y/o trabajo en casa? ¿Cómo se puede repartir lo que hay que hacer de limpieza, cocina y otros oficios según la edad? ¿Cuáles actividades agradables se podrán disfrutar entre todos?
El canto en familia es importante. En este día se podría cantar o leer la letra de estos números de Celebremos su Gloria: #596, #598, #600, #576, # 575.