I. UN LUGAR IGNORADO POR LOS DOCTOS (Mt 2: 4-6)
Herodes llamó a los principales sacerdotes y a los escribas para preguntar por el lugar de nacimiento del Mesías. Ellos lo sabían; conocían las Escrituras al pie de la letra:
Y tú, Belén, en la tierra de Judá, de ninguna manera eres la más pequeña
Miqueas 5:2
Entre los gobernadores de Judá; porque de ti saldrá un gobernante
Que pastoreará a mi pueblo Israel.
Ellos no solo habían escuchado del lugar de nacimiento del Ungido, sino que sabían de memoria la profecía de Miqueas.
¡Pero no fueron a adorar al recién nacido!
Porque es posible conocer del Señor sin conocerlo a él; es posible conocer las Sagradas Escrituras e ignorarlas en la vida práctica. Es posible ser experto en teología y Biblia y negar a Dios en la práctica.
Estuvieron tan cerca de conocer a Aquel a quien deseaban adorar, pero decidieron ignorar. Porque la más grande piedad se convierte en hipocresía cuando no va acompañada de fe.
II. UN LUGAR VISITADO POR LOS EXCLUIDOS (Lc 2: 8-20)
Los sabios de Oriente llegaron a adorar, y, guiados por los que ignoraron al Mesías, llegaron a Belén [por las referencias bíblicas en cuanto a la respuesta de ellos a Herodes, es posible que el niño de Belén hubiera nacido unos cuantos meses atrás (Mt 2:16)].
• Debemos recordar que los judíos creían que ser parte del pueblo de Dios tenía que ver con su ascendencia abrahámica. Por eso excluían a quienes no la tenían.
Lucas 14: 15-24 muestra un mensaje fuerte de Jesús a los doctores de la ley de su época. Ellos leían Isaías 25 e interpretaban como el día del gran banquete, donde el pueblo de Israel sería recomendado y las demás naciones asistirían para ser aplastadas en su presencia.
El mensaje de Jesús fue: «No se confíen en ustedes mismos. Pueden quedar fuera, a menos que crean y adoren.»
Estos extranjeros, excluidos de la fe judía, fueron los que llegaron a adorar al recién nacido. Para algunos, ya estaba dicho que debía suceder así (Salmo 72: 10-11; Isaías 60:6).
Además, no era la primera vez que sucedía que un extranjero fuera adorar a Belén: Rut la moabita le rogó a su amargada suegra Noemí que la dejara ir con ella a Belén, la casa del pan, diciendo tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Y así fue. Esta extranjera, excluida del pueblo de Dios, llegó a ser nuera de otra excluida (Rahab) y bisabuela del rey David. Ella misma aparece entre los ascendientes del Mesías.
Y la iglesia de hoy, como Belén, sigue siendo el lugar de los excluidos, de los desprotegidos; de todos aquellos que no se sienten dignos de adorar al Santo de Israel.
Pero la iglesia también debe aprender a recibir, a acoger, así como Belén.
III. UN LUGAR HABITADO POR HOSPITALARIOS (Lc 2: 6-7)
a. El testimonio bíblico
b. La incorrecta interpretación de la tradición
c. Las pruebas arqueológicas e históricas
- – Recibieron a la pareja en un establo
- – Posiblemente atendieron a María
- – La hospitalidad les permitió presenciar uno de los eventos más grandes en la historia humana.
Conclusiones
* Humildad es mirar al necesitado no como interior a mí, sino como mi “próximo”, como mi prójimo, como si yo estuviera en su lugar.
* Mateo 25: 31-46 Según Cristo Jesús, el fruto del verdadero arrepentimiento es el amor al prójimo.
* UN LUGAR VISITADO POR JESÚS (v.40) “En cuanto a uno de estos lo hicieron, a mí lo hicieron”.
Gálatas 6:10 “especialmente a los de la familia de la fe”.